Chiellini lució abatido y vulnerable durante el minuto de silencio en recuerdo de Davide Astori. Lágrimas.
Silbatazo inicial y apareció la ferocidad, el muro infranqueable. Se despidió el ser humano y llegó el futbolista que, para no variar, regaló una actuación con el sello se la casa.
Caballazos, barridas, ¡mano en el área! Y después, victoria. Juventus eliminó a Tottenham. Chiellini se ayudó de pies, mente y corazón.
Después, en zona de prensa, volvió el ser humano. Partido con dedicatoria para el amigo que ya no está.
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