Mourinho además de ser un ganador, rompe con el modelito barato del técnico promedio que existe en el mundo del fútbol. Ojo, no hablo de capacidades en este caso, hablo del típico entrenador diplomático que siempre declara que enfrentarán a un equipo importante y que no se atreve a decir lo que realmente siente o piensa antes de un juego «por respeto».
Me parece que eso es una hipocresía y termina siendo una falta de respeto para ellos mismos y en muchas ocasiones para la institución a la que representan. Cierto es que en modos y formas podemos eligir qué nos gusta y qué no, la realidad es que Mourinho dice y hace las cosas que muchos quisieran pero que no se atreven por timoratos.
Antes del juego de vuelta ante el Murcia, por la Copa del Rey, a Mou le preguntaron en rueda de prensa, qué esperaba del juego, cómo veía al rival y si en sus posibilidades existía una sorpresa mayúsucla. El portugués sin pensarlo aseguró: «No seamos hipócrtias, somos favortios, somos mejores y nuestra obligación es ganar el partido». A muchos les cayó medio mal la declaración, otros rieron y algunos se sintieron ofendidos, pero realmente Mourinho fue realista y se comprometió, cosa que no todos hacen y ahí radica mucho del éxito del entrenador luso.
¿Será muy complicado atreverse? Por qué nuestros entrenadores en México no se atreven a decir «Sí, vamos a ganarles», y por qué siempre terminan diciendo, «Enfrentaremos a un equipo importante, con jugadores muy capaces» siendo que van a enfrentar al último de la general????
Insisto, ojalá hubiera muchos Mourinhos dirigiendo, sí, que importa que sean majaderos y que manden a la mierda a un árbitro como lo hizo el portugués en ese mismo juego de Copa del Rey y que le costó dos partidos de suspensión. ¿Acaso no la mayoría de los entrenadores se quedan partido a partido con ganas de hacer lo mismo? ¿Por qué no lo hacen? ¿Por educados?
Al final el éxito de cada entrenador radica en su capacidad para dirigir un equipo, para elegir jugadores y para saber explotarles todas sus capacidades. Algunos muy discretos y educados y otros tipo Mou. Ojalá existieran más de esos y menos de los que acá nos aburren semana a semana escuchando el mismo discurso poquitero y nada comprometido. Por si eso fuera poco, en la cancha vemos el reflejo de su personalidad timorata, ¡eso es lo peor!
Quizás esa falta de compromiso de muchos de ellos en el mundo, propicia que una figura como la de Mourinho sobresalga por encima de muchos. Por eso se habla tanto del luso, porque lo que dice y hace está por encima del promedio general de entreandores en el mundo.
Insisto, ojalá hubiera muchos Mourinhos, sí majaderos y prepotentes, pero atrevidos y comprometidos, sería otra cosa sin duda alguna.