El espectáculo, por encima de todo.
Barcelona y Real Madrid, ejemplos de fútbol.
Los dos jugaron a ganar un clásico que «no tenía importancia».
Polémica, suspicacia, dudas, certezas, ¡golazos!
Cristiano, Messi: nivel supremo.
Iniesta, mención aparte.
Calidad, goce.
Fútbol puro.
Y al final: 2-2.
Comentarios