Protocolo, diplomacia, apariencias… Términos que sobran cuando cae un gol.
Antes que presidentes, príncipes o cancilleres, son humanos. Ciertas reacciones son imposibles de contener. Como el que grita gol en plena misa o en el examen de matemáticas. ¡Gol!
Emmanuel Macron, presidente francés, pasará a la historia como otra figura que no pudo contenerse en el palco de celebridades políticas o influyentes, ese donde celebrar un gol se ve mal. Junto a él, Kolinda Grabar-Kitarović, homóloga croata, vivió el Mundial con toda intensidad, en la tribuna o en el palco, ¡era una más!
El fútbol es una fiesta, el Mundial el gran evento, y la afición es sólo una, ¡qué importa el cargo!
Macron y Grabar-Kitarović se unen a un selecto grupo de influyentes que se olvidaron del protocolo y se unieron al grito del pueblo.
Comentarios